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Riesgos del Senderismo

Riesgos del Senderismo
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Riesgos Fisiológicos de los Deportes de Montaña

Entendemos por riesgos fisiológicos en la montaña todos aquellos agentes, situaciones o factores que están relacionados o pueden tener efecto, en forma de lesiones, en los deportistas y todas aquellas personas que se acercan a las montañas.

Los principales riesgos fisiológicos relacionados con los deportes de montaña son los asociados con el tipo de terreno, la exigencia física y la altitud.

Los peligros objetivos (relacionados con el terreno, las montañas) son:

  • condiciones climáticas; frío, calor, sol, tormentas, luz, niebla, etc.
  • animales, insectos, plantas, etc.
  • altitud
  • dificultad y duración de la actividad a realizar
  • equipo y vestimenta

Los peligros subjetivos en las actividades de montaña tienen que ver con:

  • la formación
  • los conocimientos
  • la capacidad física
  • el entrenamiento
  • la condición físico-sanitaria (si se padece alguna enfermedad que puede verse agravada por la altitud o la actividad física intensa)

Las lesiones o problemas de salud, asociadas a los riesgos fisiológicos de los deportes de montaña, pueden ser:

  • sobrecargas e hipoglucemias por esfuerzo
  • esguinces, fracturas, torceduras, contusiones y desgarros por caídas, desprendimientos de rocas, resbalones, malos apoyos, cansancio o problemas de visibilidad
  • hipotermia, congelaciones, golpe de calor, insolaciones y quemaduras por las condiciones de temperatura
  • caída de rayos durante una tormenta eléctrica
  • mordeduras, picaduras o intoxicaciones por animales, insectos y plantas
  • empeoramiento de una enfermedad ya existente por el esfuerzo físico y/o la altitud de la actividad que se realiza en la montaña

Lesiones de Montaña

Lesiones en Montaña
Correr en Montaña

Ahora vamos a relacionar riesgos fisiológicos específicos con las lesiones de montaña que pueden ocasionar.

Esguince de Tobillo

El terreno irregular (pisar una piedra que se mueve o un mal apoyo), el cansancio por la duración de la actividad y/o la altitud, la visibilidad y otros factores pueden aumentar los riesgos de sufrir esguinces de tobillo, que se producen cuando te doblas, tuerces o giras el tobillo en exceso o de manera extraña.

El esguince de tobillo es una lesión que se produce en la articulación del tobillo, que une la pierna (tibia y peroné) con el tobillo (astrágalo).

Los ligamentos (lateral externo y lateral interno), que dan estabilidad a la articulación, se fuerzan más allá de su rango de movimiento normal produciendo el esguince. La mayoría de esguinces lesiona el ligamento externo del tobillo.

Esguince de Rodilla

El cansancio por la altitud, la dificultad de la ruta, el peso de la mochila, etc. pueden aumentar el riesgo de sufrir un esguince de rodilla, que se produce por la flexión o torsión de la rodilla cuando el pie está firmemente apoyado en el suelo.

Cualquier caída o golpe con el pie bloqueado pueden provocar un movimiento de torsión excesivo en la rodilla.

El esguince de rodilla es una lesión que se produce en la articulación de la rodilla, que une el fémur con la tibia y con la rótula.

Es una de las articulaciones más complejas, la más grande del cuerpo y la que mayor peso soporta en posición de pie, como por ejemplo cuando hacemos senderismo, trekking o alpinismo.

Esguince de Muñeca

La posibilidad de caídas mientras estamos escalando, hacemos alpinismo o trail running pueden aumentar el riesgo de sufrir un esguince de muñeca, que se produce al aterrizar mal sobre una mano y dañar los ligamentos de la articulación de la muñeca.

El esguince de muñeca es una lesión que se produce en la articulación de la muñeca, que une el antebrazo con la mano y proporciona amplia movilidad.

Presenta tres articulaciones independientes, la que une el radio y la primera fila de huesos del carpo, la que une las dos filas de huesos del carpo y la que une los huesos carpianos y los metacarpianos.

Esguince del Codo

Las caídas en escalada en roca y escalada en hielo pueden aumentar el riesgo de sufrir un esguince de codo, que se produce al caer sobre un brazo estirado o darse un golpe directo en el codo con la pared o el hielo.

El esguince del codo es una lesión que se produce en la articulación del codo, que une el brazo con el antebrazo.

Podemos dividir la articulación en dos partes, la que une el húmero y el radio y la que une el húmero y el cúbito, de la misma manera presenta los ligamentos colateral cubital y colateral radial, que son los que se ven afectados al producirse un esguince del codo.

Fracturas por Estrés o Sobrecarga

Andar o correr largas distancias al hacer trekking con mochila pesada o participar en carreras de montaña de larga distancia o ultra trail pueden aumentar el riesgo de sufrir fracturas por estrés en los huesos de los pies y las piernas.

Lo mejor para evitar este tipo de fracturas es realizar un entrenamiento adecuado dirigido a la actividad que se quiere realizar.

Los principales huesos afectados por este tipo de lesiones son los metatarsos del pie, los huesos del tobillo y la tibia, otras zonas que con frecuencia se pueden ver afectadas por fracturas por sobrecarga son la pelvis, el cuello del fémur, la epífisis del peroné y los huesos sesamoideos del pie.

Fractura de Huesos

Una caída durante una actividad de escalada o caídas de piedras por lluvias o desprendimiento pueden aumentar el riesgo de sufrir fractura de huesos en cabeza, piernas o brazos.

Luxación de Hombro

Una caída mientras escalamos, hacemos alpinismo o corremos y saltamos a gran velocidad durante una bajada pronunciada en una carrera de montaña puede aumentar el riesgo de sufrir una luxación de hombro, que se produce tras un fuerte choque o golpe sobre el hombro que lleva a un movimiento forzado de la articulación.

La luxación de hombro es una lesión que se produce en la articulación del hombro o escapulohumeral, une la clavícula, la escápula y el húmero. Se trata de la articulación más móvil del cuerpo pero no es la más estable ya que la cavidad glenoidea, dentro de la cual se mueve la cabeza del húmero, es bastante plana.

Mal del Altura

La elevada altitud o el ascenso rápido sin la aclimatación adecuada en expediciones a grandes montañas puede aumentar el riesgo de sufrir mal de altura o mal de montaña, que se produce por la falta de oxígeno y que puede derivar en mareos, dolores musculares y náuseas en su forma más leve, en situaciones graves puede ocasionar edema pulmonar y/o edema cerebral.

Tendinitis Rotuliana

Las rutas de montaña ya sean de senderismo o trekking normalmente cuentan con mucho terreno en descenso lo que puede aumentar el riesgo de sufrir tendinitis rotuliana, que se produce al inflamarse el tendón rotuliano, localizado justo donde acaba la rodilla, debido al tipo de contracción muscular que exige caminar por las montañas.

Los descensos prolongados hacen que el cuádriceps trabaje en bajada frenando el movimiento, forzando el tendón rotuliano, lo que puede hacer que termine lesionando si no hay un entrenamiento previo adecuado o si la exigencia y distancia a recorrer son elevadas.

Dolor Muscular en Hombros y Piernas

Acometer rutas o viajes de varios días y muchos kilómetros en las montañas con mochila pesada pueden aumentar el riesgo de sufrir dolores musculares o sobrecargas en hombros y piernas debido al ejercicio excesivo y a la ausencia o falta de calentamiento y estiramientos musculares.

Ampollas y Rozaduras en los Pies

Las largas caminatas en la montaña pueden aumentar el riesgo de producir ampollas y rozaduras en los pies, que se producen por el roce con el calzado y los largos recorridos caminando en la naturaleza.

Cortes y Heridas

Transcurrir por senderos con mucha vegetación y piedras así como la escalada por vías cercanas a piedras afiladas pueden aumentar el riesgo de producir cortes y heridas en las piernas, brazos y manos si no se cuenta con la destreza suficiente o la vestimenta es inadecuada.

Lipotimia / Golpe de Calor

Caminatas en horas centrales del día en verano por zonas de mucho calor pueden aumentar el riesgo de lipotimias o golpes de calor que se producen por un gran aumento de la temperatura corporal, y que comienzan con mareos, visión borrosa, sudor y pérdida de orientación.

Para minimizar el efecto del calor extremo hay que beber agua durante la ruta, sin esperar a tener sed, llevar gorra y ropa adecuada para la época del año.

Sobrecargas Musculares

Largas horas de senderismo y trekking o carreras de larga distancia pueden aumentar el riesgo de sobrecargas musculares sobre todo en gemelos, sóleos, isquiotibiales, cuádriceps y aductores.

Rotura de Fibras

Las largas excursiones a la montaña, expediciones alpinas y el trail running pueden aumentar el riesgo de rotura de fibras así como también pueden producirse por caídas y golpes durante las actividades de montaña.

Someter a los músculos a gran esfuerzo cuando éste se encuentra fatigado así como la deshidratación por sudoración prolongada, que genera perdida de elasticidad en el músculo, pueden producir roturas de fibras en los músculos de las piernas.

Uñas Moradas o Negras

Actividades de muchas horas en las montañas pueden aumentar el riesgo de uñas moradas o negras que se pueden producir por el contacto permanente de los pulgares de los dedos del pie con el calzado.

Hongos en los Pies

Las excursiones que transcurren por zonas húmedas o en las que se tienen que cruzar ríos y riachuelos pueden aumentar el riesgo de hongos en los pies que se producen por pasar largo tiempo caminando con los pies mojados o húmedos de sudor.

Hipotermia

En expediciones a zonas muy frías o los cambios de temperatura entre el día y la noche en viajes de trekking y carreras de larga distancia pueden aumentar el riesgo de sufrir hipotermia que se produce cuando el cuerpo pierde calor más rápido de lo que lo produce, lo que lleva a disminución peligrosa de la temperatura corporal.

Quemaduras Solares

Las rutas, excursiones y viajes de senderismo a lugares de mucho sol y calor así como las expediciones alpinas a gran altitud pueden aumentar el riesgo de quemaduras solares y daños en los ojos si no se toman las medidas de protección adecuadas; aplicar protección solar, utilizar protección para la cabeza y gafas de sol.

Picaduras de Insectos

El senderismo a zonas con mucha vegetación e insectos puede aumentar el riesgo de picaduras de insectos que a su vez pueden ocasionar picor y daños en la piel. Para evitar estas molestias es bueno aplicarse repelente de insectos.

Los insectos se ven atraídos por el sudor por lo que es bueno aplicarse el repelente antes y durante la actividad física en la montaña.

Fuentes:

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